Robert A. Heinlein (IX)

Robert A. HeinleinLa novena entrega de la serie dedicada a grandes escritores del género de Terror y Ciencia Ficción, es para este escritor de ciencia ficción norteamericano nacido en Butler (Missouri) el 7 de julio de 1907 y considerado por algunos críticos entre los tres mejores de todos los tiempos (junto con Asimov y Clarke).

Entre sus obras más premiadas están Estrella doble (1956), Tropas del espacio (1960), Forastero en tierra extraña (1962) y La Luna es una cruel amante (1967).
También escribió, Ciudadano de la galaxia (1957), Puerta al verano (1957), Los hijos de Matusalem (1958), No temeré a ningún mal (1970), Tiempo para amar (1973), El número de la bestia (1980), Viernes (1982), Job, una comedia de justicia (1984), y El gato que atraviesa las paredes (1985).

Habitualmente riguroso en cuanto a la base científica en sus historias, incluso sus historias de fantasía contienen una estructura científica lógica.
Una de las características que definen su escritura fue el introducir en la temática de la ciencia ficción la administración, la política, la economía, la lingüística, la sociología y la genética.
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H.G. Wells (VIII)

HG WellsSigo con la octava entrega de las fichas dedicadas a los grandes maestros de la literatura de terror y ciencia-ficción con este autor, filósofo y político inglés, famoso por sus novelas de ciencia-ficción, que contienen descripciones proféticas de los triunfos de la tecnología así como de los horrores de las guerras del siglo XX.

Herbert George Wells nació el 21 de septiembre de 1866, en Bromley (Kent).
Trabajó como aprendiz, contable, tutor y periodista hasta 1895, en que pudo dedicarse por completo a escribir. Durante los siguientes 50 años escribió más de 80 libros. Su primera novela, La máquina del tiempo (1895), en la que se entrelazaban la ciencia, la aventura y la política, obtuvo un éxito inmediato. A ella le siguieron gran cantidad de obras en esta línea, como La Isla del Dr. Moreau (1896), El hombre invisible (1897), La guerra de los mundos (1898) y Las cosas del futuro (1933), todas ellas dieron origen a una película.

Después de la I Guerra Mundial escribió una obra histórica que se hizo inmensamente popular, El esquema de la historia (2 volúmenes, 1920).
Aunque creyó firmemente en la utopía según la cual las vastas y terroríficas fuerzas materiales puestas a disposición de los seres humanos podrían ser controladas de un modo racional y utilizadas para el progreso y la igualdad entre los habitantes del mundo, poco a poco fue volviéndose más pesimista. Así Del 42 al 44 (1944) criticaba a la mayoría de los líderes mundiales de ese periodo; y El destino del homo sapiens (1945) expresaba las dudas del autor acerca de la posibilidad de supervivencia de la raza humana.
Falleció el 13 de agosto de 1946, en Londres.

LA MÁQUINA DEL TIEMPO (fragmento)

Así pues, como podía ver, el hombre del Mundo Superior había derivado hacia su blanda belleza, y el del Mundo Subterráneo hacia la simple industria mecánica. Pero aquel perfecto estado carecía aún de una cosa para alcanzar la perfección mecánica: la estabilidad absoluta. Evidentemente, a medida que transcurría el tiempo, la subsistencia del Mundo Subterráneo, como quiera que se efectuase, se había alterado. La Madre Necesidad, que había sido rechazada durante algunos milenios, volvió otra vez y comenzó de nuevo su obra, abajo. El Mundo Subterráneo, al estar en contacto con una maquinaria que, aun siendo perfecta, necesitaba sin embargo un poco de pensamiento además del hábito, había probablemente conservado, por fuerza, bastante más iniciativa, pero menos carácter humano que el Superior. Y cuando les faltó un tipo de carne, acudieron a lo que una antigua costumbre les había prohibido hasta entonces. De esta manera vi en mi última mirada el mundo del año 802.701. Esta es tal vez la explicación más errónea que puede inventar un mortal. Esta es, sin embargo, la forma que tomó para mí la cosa y así se la ofrezco a ustedes.

Howard Philips Lovecraft (VII)

H.P. LovecraftLa séptima entrega de la serie dedicada a grandes escritores del género de Terror y Ciencia Ficción, es para este norteamericano que nació en Providence (Rhode Island) el 20 de agosto de 1890. Fue un niño enfermizo y precoz, con padres con graves trastornos psicológicos. De hombre fue tímido y sedentario.

Entre 1908 y 1923 se ganó la vida a duras penas escribiendo ocasionalmente relatos para revistas de poca tirada, como «Weird Tales».
Lovecraft nunca pensó que con el paso del tiempo iba a convertirse en un objeto de culto en casi todo el mundo. Su obra sobrepasó largamente los límites del género popular para el que estaba destinada, el terror, y ya forma parte de la literatura universal.
No le preocupaba tanto producir miedo como explorar ese sentimiento en sus textos. El conocimiento de las zonas oscuras de la mente era el motor principal de su escritura. Construyó así toda una mitología personal, conocida como los Mitos de Cthulhu, que incluía relatos como «La ciudad sin nombre» (1921), «El ceremonial» (1923) o «La llamada de Cthulhu» (1926), en los que postula la existencia de seres extraterrestres que a veces habitan dentro de los mismos seres humanos y tienen el sueño de volver a conquistar el planeta Tierra que alguna vez dominaron.
«Dagón» (1917), «La tumba» (1919), «Herbert West, Reanimador» (1922), «El horror de Dunwich» (1928), El caso de Charles Dexter Ward (1928) o En las montañas de la locura (1931) son otros de sus títulos más populares.
Es importante también citar «El Necronomicón«, mito basado en un rumor inventado por Lovecraft sobre la existencia de un libro maldito realizado por un tal Abduyl Alhazred, que no era más que un seudónimo que el escritor americano utilizó tras quedar prendado de la lectura de «Las mil y una noches».

Murió el15 de marzo de 1937, en el anonimato y la miseria, estando lejos de ser un autor conocido, pero había un círculo que lo consideraba un genio. Con los años, sus libros dejaron de ser un privilegio de los avisados y se transformaron, como los escritos por Poe o Hoffmann, en clásicos de la literatura de terror.

DAGÓN (fragmento)

Es durante la noche, sobre todo, cuando la luna es gibosa y menguante, cuando veo al ser. Probé la morfina, pero la droga ha resultado ser tan sólo una solución pasajera y me ha atrapado entre sus garras como esclavo sin esperanza de remisión. Así que voy a acabar con todo, habiendo escrito una relación completa para el conocimiento o la engreída diversión de mis semejantes. A menudo me pregunto si no habrá sido todo una fantasía… un simple monstruo de la fiebre sufrida mientras yacía preso de la insolación y enloquecido en el bote descubierto, tras mi huida del buque de guerra alemán. Eso me digo, pero siempre me viene una espantosa y vívida imagen a modo de respuesta. No puedo pensar en el profundo mar sin estremecerme ante los indescriptibles seres que puede que en este mismo instante estén reptando y removiéndose en sus fondos cenagosos, adorando arcaicos ídolos de piedra y tallando sus propias y detestables imágenes en obeliscos submarinos de rezumante granito. Sueño con el día en que puedan emerger entre el oleaje y sumergir entre sus garras a los restos de una humanidad débil y agotada por la guerra… el día en que la tierra se hunda y el oscuro lecho marino se alce entre el pandemónium universal.

El fin está próximo. Escucho un ruido en la puerta, como si un cuerpo inmenso y resbaladizo se debatiera contra ella. No dará conmigo. Dios, ¡esa mano! ¡La ventana!¡La ventana!

Más información sobre el autor en la Wikipedia, y algunos relatos aquí.

Julio Verne (VI)

Julio VerneLa sexta entrega de esta serie está dedicada a Julio Verne, en el día en que se cumplen 100 años de su muerte. Este francés universal y gran visionario, fue uno de mis escritores favoritos y más leídos de la infancia, destacando especialmente la fascinación que sentía por su libro Viaje al Centro de la Tierra.

Nació el 8 de febrero de 1828 en Nantes (Francia). Fue un joven rebelde y propenso a la aventura. Desde muy pronto siente inclinación por los viajes. Intenta fugarse en un navío hacia la India cuando cuenta once años, su padre consigue detenerle en el mismo barco y le aplica un severo castigo: azotado con un látigo y encerrado a pan y agua. Pero lo que más le duele es la promesa que se le obliga a pronunciar: nunca pretenderá viajar más que con la imaginación.
Cursó estudios de leyes en París. En 1856 conoce a Honorine de Vyane, con la que contrajo matrimonio en 1857 tras establecerse en París como agente de bolsa. Entre 1848 y 1863 se dedicó a escribir libretos de ópera y obras de teatro. Su primer éxito le llegó cuando publicó Cinco semanas en globo (1863), un éxito fulminante gracias al cual firmó un espléndido contrato con el editor P. J. Hetzel, que le garantizaba la cantidad anual de 20.000 francos durante Los siguientes veinte años, a cambio de lo cual, se obligaba a escribir dos novelas de un nuevo estilo cada año. El contrato fue renovado por Hetzel y más tarde por el hijo de éste, con el resultado de que, durante más de cuarenta años, Los voyages extraordinaires aparecieron en capítulos mensuales dentro de la revista MAGASIN D’EDUCATION ET DE RECREATION.
Escritor al que le encantaba la ciencia y los inventos en el siglo XIX. Documentaba sus aventuras y predijo acertando muchos de los logros científicos del siglo XX. Escribió sobre cohetes espaciales, submarinos, helicópteros, aire acondicionado, misiles dirigidos e imágenes en movimiento, mucho tiempo antes de que aparecieran. Entre sus libros hay que destacar Viaje al centro de la tierra (1864), De la tierra a la luna (1865), Veinte mil leguas de viaje submarino (1870), La isla misteriosa (1870) y La vuelta al mundo en ochenta días (1872). Autor de más de ochenta libros que han sido traducidos a 112 idiomas. Sus obras han sido llevadas al cine. Tuvo mala salud que durante toda su vida, sufrió ataques de parálisis, era diabético y acabó por perder vista y oído. Fue agredido por uno de sus sobrinos, que le disparó un tiro a quemarropa dejándolo cojo. En 1892 fue distinguido con la Legión de Honor. Falleció el 24 de Marzo de 1905.

De la Tierra a la Luna (fragmento)

Había llegado el primero de diciembre, día decisivo, porque si la partida del proyectil no se efectuaba aquella misma noche, a las diez y cuarenta y seis minutos y cuarenta segundos, más de dieciocho años tendrían que transcurrir antes de que la Luna se volviese a presentar en las mismas condiciones simultáneas de cenit y perigeo.

El tiempo era magnífico. A pesar de aproximarse el invierno, el Sol resplandecía y bañaba con sus radiantes efluvios la Tierra, que tres de sus habitantes iban a abandonar en busca de un nuevo mundo.

¡Cuántas gentes durmieron mal durante la noche que precedió a aquel día tan impacientemente deseado! ¡Cuántos pechos estuvieron oprimidos bajo el peso de una ansiedad penosa! ¡Todos los corazones palpitaron inquietos, a excepción del de Michel Ardan! Este impasible personaje iba y venía con su habitual movilidad, pero nada enunciaba en él una preocupación insólita. Su sueño había sido pacífico, como el de Turena al pie del cañón, antes de la batalla.

Más información sobre el autor en: Viaje al centro del Verne desconocido, y en la Wikipedia.

Ray Bradbury (V)

Sigo con la quinta entrega de las fichas dedicadas a los grandes maestros de la literatura de terror y ciencia ficción con este escritor norteamericano que nació en Waukegan (Illinois), el 22 de agosto de 1920.

Bradbury fue un niño extraordinariamente imaginativo y proclive a sufrir pesadillas y fantasías aterrorizadoras, que posteriormente desarrolló en sus escritos. A los doce años empezó a escribir 4 horas diarias. Vendió su primer relato en 1941 y en 1943 se dedicó plenamente a la literatura.

CRÓNICAS MARCIANAS (1950), una novela sobre la colonización y conquista de Marte, es la más famosa de sus obras y consolidó su posición como principal autor de ficción científica. Esta novela refleja muchos de los temores presentes en la sociedad estadounidense de los años cincuenta, principalmente el miedo a una guerra nuclear, el deseo de llevar una vida sencilla y la reacción contra el racismo y la censura. También destacan entre sus obras EL HOMBRE ILUSTRADO (1951) donde tomando como excusa los tatuajes de un hombre se desgranan varios relatos y FAHRENHEIT 451 (1953) una antiutopía en la que os libros están prohibidos y un grupo secreto de libros vivientes se esfuerzan por transmitir de boca en boca la antigua cultura.

Bradbury no sólo es novelista, también ha escrito innumerables guiones de televisión, ensayos y poemas. Sus preocupación como escritor no sólo se centra en cuestionarse el modo de vida actual, también se adentra en el reino de lo fantástico y maravilloso, con un estilo poético y a veces provocativo.

Ylla (fragmento), de Crónicas marcianas
«Tenían en el planeta Marte, a orillas de un mar seco, una casa de columnas de cristal, y todas las mañanas se podía ver a la señora K mientras comía la fruta dorada que brotaba de las paredes de cristal, o mientras limpiaba la casa con puñados de un polvo magnético que recogía la suciedad y luego se dispersaba en el viento cálido. A la tarde, cuando el mar fósil yacía inmóvil y tibio, y las viñas se erguían tiesamente en los patios, y en el distante y recogido pueblo marciano nadie salía a la calle, se podía ver al señor K en su cuarto, que leía un libro de metal con jeroglíficos en relieve, sobre los que pasaba suavemente la mano como quien toca el arpa. Y del libro, al contacto de los dedos, surgía un canto, una voz antigua y suave que hablaba del tiempo en que el mar bañaba las costas con vapores rojos y los hombres lanzaban al combate nubes de insectos metálicos y arañas eléctricas. »

Más información del autor en la Wikipedia, su página oficial, y algunos de sus cuentos en Ciudad Seva.

Stephen King (IV)

Continúo con la cuarta entrega de las fichas dedicadas a los grandes maestros de la literatura de terror y ciencia ficción con este escritor estadounidense nacido el 21 de Septiembre de 1947 en la ciudad de Portland, en el estado de Maine (Estados Unidos).
Estudió lengua y literatura inglesas en la Universidad de Maine, donde participó activamente en las movilizaciones estudiantiles contra la guerra de Vietnam. Trabajó un tiempo en una lavandería, mientras publicaba ya relatos en varias revistas, y en 1971 empezó a impartir clases de inglés. Se ganó el favor de la crítica con su primera novela, Carrie (1974), a la cual siguieron El resplandor (1975), que le valió un gran prestigio internacional, It (Eso, 1986), Misery (1987) e Insomnio (1994), por mencionar sólo algunos de sus mayores éxitos. Su estilo efectivo y directo, unido a su gran capacidad para destacar los aspectos más inquietantes de la cotidianidad, le han convertido en el especialista de literatura de terror (aunque ha realizado también incursiones en el género fantástico y de ciencia ficción) más vendido de la historia. Autor a su vez de relatos y guiones para la televisión, muchas de sus novelas han sido llevadas al cine.

Personalmente es un autor del que he leído muchas obras. Entre mis favoritas están It, La Zona Muerta o El Resplandor, así como multitud de relatos cortos recogidos en varias recopilaciones.

¿Qué libros le has leído tú y cuáles son tus favoritos de este autor?

ALMUERZO EN EL RESTAURANTE GOTHAN (fragmento)

Miré como se alejaba la ambulancia y traté de imaginarme al hombre que llevaba dentro viviendo allí donde viven los maîtres: Queens, Brooklyn o tal vez, incluso Rav o Mamaroneck. Traté de imaginarme el aspecto de su comedor y los cuadros que tendría colgados de la pared… No lo conseguí, pero me di cuenta de que podía imaginarme con relativa facilidad cómo era su dormitorio, aunque no si lo compartía con una mujer. Podía verlo tumbado en la cama, despierto pero totalmente quieto, mirando al techo a altas horas de la noche mientras la luna permanecía suspendida en el negro firmamento como el ojo entornado de un cadáver. Podía imaginármelo tumbado en la cama y escuchando los continuos y monótonos ladridos del perro del vecino, que se repetían ininterrumpidamente hasta que el sonido se convertía en un clavo de plata que horadaba el cerebro. Podía imaginármelo tumbado no muy lejos de un armario lleno de esmóquines metido en bolsas de plástico de tintorería, colgados en la oscuridad como criminales ahorcados. Me pregunté si estaría casado. De ser así, ¿habría matado a su esposa ante de ir a trabajar? Pensé en el lamparón que tenía en la camisa y llegué a la conclusión de que era una posibilidad. También pensé en el perro del vecino, el que no podía callar. Y en la familia del vecino.

Más información en su Página Oficial, en el Universo Stephen King o en la Wikipedia.

Philip K. Dick (III)

Continuo con el tercer capítulo dedicado a los grandes escritores de la literatura de Ciencia Ficción y Terror con este gran maestro.
Philip K. Dick (16 de diciembre de 1928 – 2 de marzo de 1982), fue un prolífico escritor y novelista estadounidense de ciencia ficción que influyó notablemente en dicho género. Aclamado en vida por contemporáneos como Robert A. Heinlein o Stanislaw Lem, Dick obtuvo poco reconocimiento antes de su muerte. Tras ésta, sin embargo, la adaptación al cine de varias de sus novelas (Blade Runner, Minority Report, Desafio Total, Paycheck, Infiltrado) le dieron a conocer al gran público. Su obra es ahora una de las más populares de la ciencia ficción, y Dick se ha ganado el reconocimiento del público y el respeto de la crítica.

Dick exploró sistemáticamente la naturaleza de la realidad y la humanidad en sus novelas, pobladas por gente trabajadora corriente más que por superhombres galácticos. Se adelantó al subgénero cyberpunk. Su aclamada novela El hombre en el castillo (1962, ganadora del Premio Hugo) es una obra pionera que mezcla los géneros de la ciencia ficción y la historia alternativa. También destacan en su obra Ubik, Fluyan mis lágrimas y ¿Sueñan los androides con ovejas eléctricas?. Además escribió una tremenda cantidad de historias cortas y obras menores que fueron publicadas por revistas pulp.

Sus obras están caracterizadas por la sensación de constante erosión de la realidad, con los protagonistas descubriendo con frecuencia que sus seres queridos (o incluso ellos mismos) son sin saberlo robots, alienígenas, seres sobrenaturales, espías sometidos a lavados de cerebro, alucinaciones, o cualquier combinación de éstos.
Dick experimentó con drogas psicoactivas, aunque negó con frecuencia que hubieran influido en sus obras.

Murió en 1982, de un fallo cardiaco, a la edad de 53 años, dejando un libro inacabado y, sin duda, muchas ideas sin desarrollar.
Más sobre él en la Wikipedia, en su Página oficial o en la Página preservadora.

Fluyan mis lágrimas (fragmento)
«Sintió por fin un débil calorcito, cuando empezó a funcionar el calentador modelo normal para policía, colocado bajo sus pies. Algo le cayó de la nariz a la tela de la chaqueta. Dios mío, pensó horrorizado. Otra vez estoy llorando. No, pensó. Es un reflejo. De fatiga y preocupación. No significa nada. ¿Por qué llora un hombre?, se preguntó. No lo hace como las mujeres, no como ellas. No por sentimentalismo. Un hombre llora por la pérdida de algo, de algo vivo. Un hombre llora por un animal enfermo que sabe que no sanará. Por la muerte de un niño: por eso llora un hombre. Pero no por que algo sea triste. Un hombre, pensó, no llora por el futuro o por el pasado, sino por el presente. »

Isaac Asimov (II)

Prolífico escritor estadounidense, famoso por sus novelas de ciencia-ficción y por sus libros divulgativos sobre todas las ramas de la ciencia. Asimov nació en Petrovichi, Rusia. Su familia emigró a Estados Unidos cuando tenía tres años y se estableció en el barrio de Brooklyn, de Nueva York. Sus trabajos en las revistas de ciencia-ficción le llevaron a profesionalizarse como escritor literario y científico. Su primera novela de ciencia-ficción, Piedra en el cielo, se publicó en 1950 y su primer libro científico, un texto sobre bioquímica escrito con dos colegas, en 1953. A partir de 1958 se dedicó por completo a escribir. Firmó más de 500 libros para lectores jóvenes y adultos que, además de la ciencia-ficción y la divulgación científica, abarcan cuentos de misterio, humor, historia y varios volúmenes sobre la Biblia y Shakespeare. Entre sus obras de ciencia-ficción más conocidas se encuentran Yo, Robot (1950); La trilogía de la Fundación (1951-1953), de la cual escribió una continuación treinta años después, El límite de la Fundación (1982); El sol desnudo (1957) y Los propios dioses (1972). Falleció el lunes seis de abril de 1992 en Nueva York, a consecuencia de un fallo cardiaco y una insuficiencia renal, su cuerpo fue incinerado.
YO ROBOT (fragmento)

«Entráis periódicamente en coma, y la menor variación de temperatura, presión atmosférica, la humedad o la intensidad de radiación afecta a vuestra eficiencia. Sois alterables. Yo, por el contrario, soy un producto acabado. Absorbo energía eléctrica directamente y la utilizo con casi un ciento por ciento de eficiencia. Estoy compuesto de fuerte metal, permanezco consciente todo el tiempo y puedo soportar fácilmente los más extremados cambios ambientales. Estos son hechos que, partiendo de la irrefutable proposición de que ningún ser puede crear un ser más perfecto que él, reduce vuestra tonta teoría a la nada. »