Insomnio

INSOMNIO
Dámaso Alonso

Madrid es una ciudad de más de un millón de cadáveres
(según las últimas estadísticas).
A veces en la noche yo me revuelvo y me incorporo
en este nicho en que hace 45 años que me pudro,
y paso largas horas oyendo gemir al huracán, o ladrar
a los perros, o fluir blandamente la luz de la luna.
Y paso largas horas gimiendo como el huracán, ladrando
como el perro enfurecido, fluyendo como la leche
de la ubre caliente de una gran vaca amarilla.
Y paso largas horas preguntándole a Dios, preguntándole
por qué se pudre lentamente mi alma,
por qué se pudren más de un millón de cadáveres en
esta ciudad de Madrid,
por qué mil millones de cadáveres se pudren lentamente en el mundo.
Dime, ¿qué huerto quieres abonar con nuestra podredumbre?
¿Temes que se te sequen los grandes rosales del día, las
tristes azucenas letales de tus noches?

Serendipias (III)

Mientras actuaba en una gira por Texas, en 1899, el actor canadiense Charles Prancis Coghlan enfermó en Galveston y murió. Estaba demasiado lejos (5.600 km, por mar) para enviar sus restos a su pueblo de la isla Prince Edward, en el golfo de San Lorenzo. Fue enterrado en un ataúd de plomo, en una tumba excavada en granito. Sus huesos habían descansado menos de un año cuando el gran huracán de septiembre de 1900 azotó la isla de Galveston, inundando el cementerio. La tumba sufrió graves daños y el ataúd de Coghlan flotó hasta el golfo de México. Lentamente, derivó por la costa de Florida hacia el Atlántico, donde la corriente del Golfo lo arrastró hacia el Norte.

Pasaron ocho años. Un día de octubre de 1908, unos pescadores de la isla Prince Edward vieron un cajón alargado y estropeado por la intemperie flotar cerca de la costa. El cuerpo de Coghlan había vuelto a casa. Con respeto y temor, sus paisanos isleños enterraron al actor en la iglesia más próxima, donde había sido bautizado.

Vuelvo a casa por Navidad

En estos momentos estoy cogiendo un avión para ir a Granada a pasar las vacaciones de Navidad con la familia (bueno, serán dos aviones, con escala en Madrid).
Volveré después de Reyes y mientras esté allí no creo que escriba mucho en la bitácora (alguna entrada programada), ya que aunque tendré Internet, será una de esas conexiones por las que pagas el tiempo que estés conectado. Además me es muy complicado escribir y comer mantecados al mismo tiempo (las teclas se ponen pringando).
Así que espero que todos disfrutéis de estas fiestas en compañía de vuestra familia y amigos y que carguéis las pilas para el 2006 que se nos avecina.
Hasta el año que viene.

¡FELIZ NAVIDAD!

Vendedores que no conocen sus productos

Ahora que Antena 3 ha emitido los seis episodios de la primera temporada de «Los 4400«, comento como me hacía realmente gracia como los presentadores de los informativos de dicha cadena «informaban» que la serie trataba de miles de personas abducidas por extraterrestres que eran devueltos a la Tierra.
No tenían ni idea de lo que decían. NO eran abducidos por extraterrestres, sino por humanos del futuro… La próxima vez no den informaciones falsas, o no digan nada para mantener el suspense.

Promesas que no valen nada

Promesas que no valen nada
(Piratas)

Prometo no mandar más cartas y no pasar por aquí
Prometo no llamarte más y no inventar no mentir
Prometo no seguir viviendo así
Prometo no pensar en ti
Prometo dedicarme solamente a mí

Prometo que a partir de ahora lucharé por cambiar
Prometo que no me verás, que no voy a molestar
Y sabes que lo digo de verdad
Que no voy a fallarte en nada
Que tengo mucha fuerza de voluntad
Que no te fallare en nada

Prometo no seguir así
Prometo que no voy a pensar en ti
Prometo dedicarme solamente a mí

Y el aire que me sobre alrededor
Y el tiempo que se quede en nada
Nunca más escuchare tu voz
De energía nunca liberada

Promesas que se perderán en estas cuatro paredes
Como lágrimas en el viento se irán

Siempre que no tengo sueño y no puedo descansar
Invento mas de mil palabras y busco una verdad
Intento que suenen de forma genial
Intento que no digan nada
Nada es siempre toda la verdad
Nada significa nada

Y rompo las promesas que me hice a mí
Prometo pensar en ti
Ahora prometo sólo pensar en ti
Y hago que suenen de forma genial
Prometo que no dicen nada
Nada es siempre toda la verdad
Nada significa nada

Palabras que no dicen nada en estas cuatro paredes
Promesas que no valen nada, nada, nada, nada

Y el aire que me sobre alrededor
Y el tiempo que se quede en nada, nada
Nunca más escucharé tu voz
De energía nunca liberada

Promesas que se perderán en estas cuatro paredes
como lágrimas en la lluvia se irán
Se irán…. como lágrimas en la lluvia, se irán
Se irán, se perderán, se irán, se perderán
se irán, se perderán, se irán, se perderán
Se irán, se perderán
como lágrimas en la lluvia.

Avalancha de series

Hoy y mañana, Antena3 y sus decisiones incomprensibles, emiten la ya comentada serie (no Peliculón) «Los 4400«.
Seis episodios de la primera temporada en dos días, a partir de las 21:45, para una serie mezcla entre Expediente X y los X-Men (cuanta X, cualquiera diría que es porno).

Esta gente que hace las programaciones en la televisión seguro que están enchufados, porque hacerlo peor es muy difícil.
Hoy tendrá que competir en la parrilla con la ya asentada CSI en Telecinco, y mañana con el estreno de Roma en Cuatro. Los que quieran verlas todas, tendrán que programar el video.

Como ya estoy muy harto de los cambios de horario y día, las contraprogramaciones, que se rían del telespectador, la publicidad interminable y demás chanchullos de nuestras sufridas televisiones, hace tiempo que opté (al igual que mucha gente como he podido comprobar) por utilizar «otro sistema de visionado«, y actualmente ya voy por la segunda temporada de esta serie, que tampoco es que sea nada del otro mundo. 🙂

El tiro por la culata

Gracias a la liberación de miles de visones a comienzos de 2004 por parte del radical Frente de Liberación Animal en granjas de Carral y Santiago de Compostela, ahora estos animales, que han llegado a nado hasta las Islas Cies y a Sálvora, amenazan con destruir especies autóctonas de la zona, ya que devoran cormoranes y gaviotas. Para la próxima, a ver si piensan mejor las repercusiones de sus acciones. (La Voz de Galicia).