La Condena

LA CONDENA
Fredric Brown

Charley Dalton, astronauta procedente de la Tierra, había cometido un grave delito hacía menos de una hora tras su llegada al duodécimo planeta que orbitaba en torno a la estrella Antares. Había asesinado a un antariano. En la mayoría de los planetas, el asesinato era un delito y en otros un acto de civismo. Pero en Antares era un crimen capital.

– Se le condena a muerte – sentenció solemnemente el juez antariano -. La ejecución se llevará a cabo mediante una pistola de rayos, mañana al amanecer.

Sin posibilidad alguna de recurrir la sentencia, Charley fue confinado en el Pabellón de los Condenados.

El Pabellón se componía de 18 lujosas cámaras, todas ellas espléndidamente abastecidas de una gran variedad de viandas y bebidas de todas clases, con cómodo mobiliario y todo aquello que uno pueda imaginar, incluida compañía femenina en cada habitación.

– ¡Caramba! – dijo Charley.

El guardián antariano se inclinó y dijo:

– Es la costumbre en nuestro planeta. En su última noche, a los condenados a muerte se les concede todo lo que deseen.

– Casi ha merecido la pena el viaje – contestó Charley -. Pero, dígame, ¿cuál es la velocidad de rotación de su planeta? ¿De cuántas horas dispongo?

– ¿Horas?… Eso debe ser un concepto terrestre. Voy a telefonear al Astrónomo Real.

El guardián telefoneó y escucho atentamente durante un rato, luego dirigiéndose a Charley Dalton, informó:

– Tu planeta, la Tierra, realiza 93 revoluciones alrededor de su sol en el transcurso de un periodo de oscuridad en Antares II. Nuestra noche equivale, más o menos, a cien años terrestres.

El guardián, cuya esperanza de vida era de veinte mil años, se inclinó respetuosamente antes de retirarse.

Y Charley Dalton comenzó su larga noche de festines, de borracheras y etcétera, aunque no necesariamente en ese orden.

Test de Cultura General

En estos días de calor, no te duermas y mide tu cultura general con este sencillo test de 10 preguntas. Las respuestas están más abajo, así que no hagas trampas:

1. ¿Cuánto duró la Guerra de los Cien Años?
2. ¿Qué país fabrica los sombreros «Panamá»?
3. ¿De qué animal obtenemos el catgut? (fibra de tripa de gato usada en cirugía).
4. ¿En qué mes celebran los rusos la Revolución de Octubre?
5. ¿De qué están hechos los pinceles de pelo de camello?
6. ¿De qué animal procede el nombre de las Islas Canarias?
7. ¿Cuál era el nombre del rey Jorge VI?
8. ¿De qué color es el ave llamada pinzón púrpura?
9. ¿De dónde provienen las grosellas chinas?
10. ¿Cuál fue la duración de la última Guerra de los Treinta Años?

Puntuación y valoración personal:
10 respuestas acertadas: Ingeniero de la NASA, o equivalente
5 respuestas acertadas: Becario y gracias…
1 respuesta acertada: Homer Simpson
0 respuestas acertadas….?????

RESPUESTAS:
1. 116 años, desde el 1337 hasta el 1453.
2. De Ecuador.
3. De ovejas y caballos.
4. En Noviembre. El calendario ruso estaba 13 días retrasado respecto del nuestro.
5. De pelo de ardillas de los pinares.
6. El nombre en latín era Insularia Canaria (Tierra de los Perros).
7. Alberto. Cuando asumió el trono en 1936, respetó el deseo de la reina Victoria de que ningún rey fuera, en el futuro, llamado Alberto.
8. De un carmín característico.
9. Provienen de Nueva Zelanda.
10. Treinta años, por supuesto: desde 1618 hasta 1648.

Gazpacho Andaluz

Gazpacho AndaluzEn estos días calurosos de verano, no hay nada como tomarse un buen gazpacho fresquito, el plato estrella y más internacional de la dieta mediterránea.
He oído a numerosas personas decir que a ellos no les gusta el gazpacho porque lleva tal o cual ingrediente, o preguntar si era una comida o una bebida. Muchas personas no saben que los ingredientes del gazpacho pueden adaptarse a los gustos del que lo hace, y se suele tomar más como bebida. A mi el gazpacho que me gusta es el que hago yo o el que hace mi madre. En los restaurantes no suelo pedirlo porque sé que no me va a gustar y el que se compra en el supermercado menos aún.

Durante siglos los trabajadores andaluces iban al campo a cosechar durante los meses de verano soportando temperaturas superiores a los 40º C. Necesitaban energía, necesitaban hidratación, necesitaban defensas para la piel… Hoy estas defensas son muy recomendables hasta para quienes abusan de las playas, el deporte, o la simple fatiga y el estrés del trabajo diario. El gazpacho andaluz es un plato muy sabio. Hidrata, ayuda a proteger la piel, es ligero, es sano, nutritivo y energético; es un plato perfecto para el verano. Además el tomate posee propiedades antioxidantes (anticancerígenas).

Hay muchos tipos de recetas, pero la mía es la siguiente (para dos personas más o menos):

Ingredientes:
3 Tomates muy rojos.
1 Pimiento verde.
1 Pepino pequeño (se puede omitir si no te gusta).
1 Trozo de pan mojado en agua (suele usarse del día anterior).
Medio Ajo.
Medio vaso de Aceite de Oliva virgen.
1 vaso de Agua.
Vinagre de vino y Sal al gusto.

Hay gente que también le pone cebolla, pero a mi no me gusta.
Todo lo pongo en la batidora y lo trituro bastante para que no queden nada de grumos.
Se puede seguir incorporando agua, vinagre y sal, después de hecho para ponerlo a tu gusto.
Cuando termino lo echo en una jarra y le pongo trocitos de manzana dulce.

Así me queda listo para meter en el frigorífico y se puede servir también con cubitos de hielo.
Buen provecho.

Más información aquí.

J. C.

J. C.
Fredric Brown

– Walter, ¿qué es un J. C.? – preguntó la señora Ralston a su marido, el doctor Ralston, mientras desayunaban.
– Bueno, creo que éste era el nombre con que se designaba a los miembros de la llamada Cámara de Comercio Juvenil. No sé si todavía existen o no. ¿Por qué?
– Martha me ha dicho que Henry murmuraba ayer noche algo acerca de los J. C., cincuenta millones de J. C. No quiso contestarle cuando ella le preguntó qué significaba.
Martha era la señora Graham, y Henry, su marido, el doctor Graham. Vivían en la casa de al lado y los dos doctores y sus esposas eran íntimos amigos.
– Cincuenta millones – repitió el doctor Ralston, meditativamente -. Este es el número de partenogénesis efectuadas.

Él debía saberlo; él y el doctor Graham eran los responsables de las partenogénesis. Veinte años atrás, en 1980, realizaron el primer experimento de partenogénesis humana, la fertilización de una célula femenina sin ayuda de otra masculina. El fruto de ese experimento, llamado John, tenía veinte años y vivía con el doctor Graham y su esposa en la casa de al lado; lo habían adoptado tras el fallecimiento de su madre en un accidente ocurrido hacía algunos años.

Ningún otro partenogenésico tenía más de la mitad de la edad de John. Hasta que John hubo cumplido diez años, y se reveló como una persona sana y normal, no se decidieron las autoridades a retirar todos los obstáculos y permitir a todas las mujeres que quisieran tener un hijo y fueran solteras o estuvieran casadas con un hombre estéril que tuvieran un hijo partenogenésicamente. Debido a la escasez de hombres – la desastrosa epidemia iniciada en 1970 había aniquilado a casi la tercera parte de la población masculina del mundo -, más de cincuenta millones de mujeres solicitaron el permiso para tener hijos partenogenésicos y lo obtuvieron. Afortunadamente, para compensar el equilibrio de sexos, resultó que todos los niños concebidos por partenogénesis fueron varones.
Sigue leyendo

Desorden comprensible

Estos días circula por Internet el siguiente texto:

Sgeun un etsduio de una uivenrsdiad ignlsea, no ipmotra el odren en el que las ltears etsan ecsritas, la uicna csoa ipormtnate es que la pmrirea y la útlima ltera esten ecsritas en la psiocion cocrrtea. El rsteo peuden estar ttaolmntee mal y aun pordas lerelo sin pobrleams. Esto es pquore no lemeos cada ltera por si msima snio la paalbra cmoo un tdoo.

El original de este texto está en inglés, también perfectamente desordenado, y circula desde hace poco por la Red. Aunque la propia lectura del mismo confirma su afirmación, no parece que el estudio al que se alude exista en la realidad.

La lista del hospital de Majadahonda

Lista del Hospital de MajadahondaHace unos días llego a mí poder, de manos de un familiar, una lista que contenía una serie de aditivos que supuestamente eran cancerígenos y que no estaban prohibidos.
Dicha lista se atribuye a una doctora del hospital madrileño de Majadahonda, dando su nombre y su número de colegiada.
Al final daba una serie de productos que son potencialmente peligrosos para la salud (aceitunas rellenas, paté de la Piara, etc).
Pues bien, buscando información en Internet, descubro que dicha lista es completamente falsa y lleva ya muchos años circulando por ahí.
La historia es bien curiosa:

En 1976 tuvo lugar una huelga en una fábrica francesa dedicada a la elaboración de bebidas refrescantes y al envasado de mostaza. La planta estaba situada en un barrio próximo a París, llamado Villejuif, en el que también se localizaba un conocido hospital oncológico. Con la finalidad de perjudicar a la empresa, un trabajador elaboró una lista de aditivos -coincidentes con los más utilizados por la industria en la que trabajaba este empleado- a los que, sin ninguna base técnica o científica, calificó de altamente peligrosos; atribuyéndoles, a la mayoría, efectos cancerígenos. Además, plasmó este listado en papel con el membrete del centro de oncología de Villejuif […] En esta lista figura el ácido cítrico o E-330 como el «más peligroso cancerígeno», cuando su inocuidad está científicamente demostrada […] Desde entonces y, pese a su falsedad, esta lista se ha difundido por toda Europa, cambiando el membrete en cada país. En España se distribuye como «Lista del Hospital de Majadahonda», aportando el nombre y número de colegiado de una doctora que no existe. Esta lista ha sido desmentida por las autoridades sanitarias y por las asociaciones de consumidores de países de la Unión Europea en numerosas ocasiones.

Sin embargo, esta lista sigue fotocopiándose y distribuyéndose por toda España, generando la consiguiente alarma entre las que la leen e inocentemente se creen lo que pone, ya que existe una desconfianza en la sociedad a todo lo que signifique llevar aditivos, conservantes, colorantes, etc.
En esta página podéis ver dos de las versiones de la lista que se distribuyen, pero hay muchas más.