En todas partes cuecen habas

Para enlazar con el final de la entrada anterior, aquí está la explicación de dicha frase:

Se utiliza este dicho para dar a entender que hay problemas parecidos en todos los lugares.

El elemento principal de esta sentencia, las habas, era fundamental de las dietas del campo en la antigüedad, por lo que era muy común que en los pucheros de cada casa se cociera diariamente esta legumbre.
Este dicho es sólo la primera parte de uno mayor: En todas partes cuecen habas y en mi casa a calderadas, para indicar que siempre cuando uno vive un problema en primera persona se piensa que su problema es mayor.

Dársela con Queso

Dársela con queso
Hay dos posibles orígenes para esta expresión que indica que alguien ha engañado o ha estafado a otro con artimañas y astucia:

  1. Un origen está en La Mancha, lugar de vinos y quesos y patria de Don Quijote (entre otras cosas). En la Edad Media, cuando alguna partida de vinos salía mala, floja, picada o con algún defecto, los ingeniosos vinateros se lo ofrecían a probar a posibles compradores pero, antes de probarlo, les obsequiaban con unos jugosos taquitos del famoso queso de la tierra. El sabor picante del queso quedaba un tiempo en el paladar de los compradores y les impedía distinguir la baja calidad del vino, consiguiendo así venderlo fácilmente.
  2. En la antigüedad, la presencia de animales roedores constituía una amenaza para la salud de los habitantes de las grandes ciudades, debido a las enfermedades que transmitían. Por eso, era muy común escuchar la expresión armarla con queso, en referencia a las ratoneras o trampas para la caza de ratones, en cuyo mecanismo se colocaba un trozo de queso para así atraer a los roedores, golosos y reconocidos degustadores de ese producto lácteo. Por analogía, el dicho dársela con queso pasó a usarse metafóricamente en el lenguaje coloquial, con el significado de cebo», «ardid» o «engaño» mediante el cual una persona atrae a otra para conseguir un fin perseguido, con lo que queda claro que esta expresión puede muy bien equivaler a caer en la trampa.

Echar el muerto

Quiere decir deshacerse de un problema a base de «cargárselo» al primero que tengamos a mano.
La expresión viene de una ley medieval según la cual, si aparecía una persona muerta violentamente en un pueblo y no se podía descubrir al culpable, el municipio estaba obligado a pagar al rey una multa llamada «homicidius».
Por eso, los vecinos procuraban trasladar el cadáver al pueblo de al lado cuando no los veía nadie.

Más feo que Picio

Inauguro está sección dedicada a explicar el origen de algunos dichos populares con esta expresión que se utiliza para designar que alguien es muy feo.

Se dice que Picio fue un zapatero, natural de Alhendín, y que vivía en Granada en la primera mitad del siglo último. Fue condenado a muerte, y hallándose en capilla recibió la noticia del indulto, y le causó tal impresión, que se quedó a poco sin pelo, cejas ni pestañas y con la cara tan deforme y llena de tumores, que pasó a ser citado como modelo de fealdad más horrorosa.

Después de esto, Picio se retiró a la villa de Lanjarón, de donde lo expulsaron porque jamás entró en la iglesia, por no quitarse el pañuelo con que cubría su calva. Entonces volvió a Granada, donde al poco tiempo murió.

Más en esta página.